"La unión sin la esclavitud o la esclavitud sin la unión"
J.M.NORIEGA
En el año 1861 un nuevo país nacía en Norteamérica para marcar la historia del continente americano hasta nuestros días. Bajo el nombre de La Confederación, los estados esclavistas del sur constituyeron un nuevo Gobierno independiente, aunque la comunidad internacional se negó a reconocer a estos estados como país por miedo a represalias por parte de La Unión.
Esta separación de la Unión Americana perseguía defender la protección de una cultura e identidad que consideraban atacada por parte de los estados del norte. Una afrenta que giró en torno a temas claves como la esclavitud y la industrialización, y que desembocó en la Guerra Civil Americana para poner fin, en 1865, a la secesión.
Un territorio dividido
Fueron 11 los estados que en 1861 se declararon independientes:
Esta separación respondía a la corriente nacionalista de los estados del sur, ya que la mayoría de los hombres blancos de estos estados se consideraban más “sureños” que americanos y por ello se decidieron a separarse del resto de naciones. Aunque había minorías unionistas también en estos estados secesionistas, el sentimiento era unánime. Los estados del sur se separaban así de los del norte, estableciéndose como las dos facciones del conflicto.
Diferencias culturales
El estilo de vida sureño no contemplaba la abolición de la esclavitud como parecían promover entonces los estados del norte.
En el año 1861 un nuevo país nacía en Norteamérica para marcar la historia del continente americano hasta nuestros días. Bajo el nombre de La Confederación, los estados esclavistas del sur constituyeron un nuevo Gobierno independiente, aunque la comunidad internacional se negó a reconocer a estos estados como país por miedo a represalias por parte de La Unión.
Esta separación de la Unión Americana perseguía defender la protección de una cultura e identidad que consideraban atacada por parte de los estados del norte. Una afrenta que giró en torno a temas claves como la esclavitud y la industrialización, y que desembocó en la Guerra Civil Americana para poner fin, en 1865, a la secesión.
Un territorio dividido
Fueron 11 los estados que en 1861 se declararon independientes:
- South Carolina.
- Mississippi.
- Florida.
- Alabama.
- Georgia.
- Luisiana.
- Texas.
- Virginia.
- Arkansas.
- Tennessee.
- North Carolina.
Esta separación respondía a la corriente nacionalista de los estados del sur, ya que la mayoría de los hombres blancos de estos estados se consideraban más “sureños” que americanos y por ello se decidieron a separarse del resto de naciones. Aunque había minorías unionistas también en estos estados secesionistas, el sentimiento era unánime. Los estados del sur se separaban así de los del norte, estableciéndose como las dos facciones del conflicto.
Diferencias culturales
El estilo de vida sureño no contemplaba la abolición de la esclavitud como parecían promover entonces los estados del norte.
“Nuestro nuevo gobierno es el primero de la historia del mundo, basado sobre la verdad física, filosófica y moral de que la subordinación del hombre negro al blanco es una condición natural”
Estas fueron las palabras escogidas por Alexander Stephans, vicepresidente de La Confederación, en el discurso inaugural del nuevo Gobierno.
Las principales pautas de diferenciación giraban así en torno a dos aspectos principales. La defensa del sur de la esclavitud frente la actitud abolicionista del norte y la diferente estructuración de la economía, basada en el cultivo de algodón, tabaco y caña de azúcar en el sur y altamente industrial en los territorios del norte.
El nuevo Gobierno
La Confederación copió en gran parte su Constitución de la de los estados de la Unión, salvo por tres aspectos:
Por su parte la triple división de poderes se estructuró de la siguiente manera:
Fin de la Contienda
El nuevo gobierno junto a los fracasos bélicos, que comenzaron con la batalla de Fort Sumter, supusieron el final de La Confederación, ya que los distintos estados secesionistas se negaban a ceder las tropas por miedo a perder libertad y autogobierno. En 1865, La Confederación se integraba de nuevo y se iniciaba así una década de reconstrucción de derechos para los esclavos liberados con unas marcadas consecuencias.
Las principales pautas de diferenciación giraban así en torno a dos aspectos principales. La defensa del sur de la esclavitud frente la actitud abolicionista del norte y la diferente estructuración de la economía, basada en el cultivo de algodón, tabaco y caña de azúcar en el sur y altamente industrial en los territorios del norte.
El nuevo Gobierno
La Confederación copió en gran parte su Constitución de la de los estados de la Unión, salvo por tres aspectos:
- La permanencia de la esclavitud se garantizaba explícitamente, siendo protegida por ley.
- La protección de un autogobierno por parte de cada uno de los estados, acotando al gobierno central del conjunto de La Confederación.
- La prohibición de medidas políticas proteccionistas entre sus estados.
Por su parte la triple división de poderes se estructuró de la siguiente manera:
- El Poder Ejecutivo recaía en las figuras del presidente Jefferson Davis, su vicepresidente Alexander Stephans y un grupo de cinco secretarios.
- El Poder Legislativo se constituía por un congreso bicameral formado por el Senado y la Cámara de Representantes.
- El Poder Judicial, además de en la Constitución, se formaba por los tribunales estatales y locales, ya que el Tribunal Supremo no llegó a formarse.
Fin de la Contienda
El nuevo gobierno junto a los fracasos bélicos, que comenzaron con la batalla de Fort Sumter, supusieron el final de La Confederación, ya que los distintos estados secesionistas se negaban a ceder las tropas por miedo a perder libertad y autogobierno. En 1865, La Confederación se integraba de nuevo y se iniciaba así una década de reconstrucción de derechos para los esclavos liberados con unas marcadas consecuencias.